Don Manuel Lara Jara y Doña Sabina Márquez Alva, alrededor de los años 40, construyeron la Casa Familiar con el sueño de recibir en su interior a sus futuros hijos y nietos. Además, por contar con varias habitaciones, tenían la costumbre de dar alojamiento a turistas y visitantes que venían de tierras lejanas. Con el tiempo, decidieron migrar a la Ciudad de Lima para que sus hijos puedan buscar un mejor futuro. Quedando la casa abandonada y cerrada por más de 30 años.
En el año 2000, su hijo mayor Manuel Lara Márquez y su familia, tomaron la decisión de volver a su natal Chiquián y reconstruir la casa de la época colonial que perteneció a sus antepasados. Con esfuerzo y dedicación la fueron restaurando poco a poco, implementando las comodidades modernas necesarias pero manteniendo el ambiente típico de una Casa Hacienda Andina del Perú.
Es por ello que cada huésped, recibe una atención personalizada y un trato familiar que lo hará sentirse como en casa.